Hola a todos,
En el post de hoy les cuento sobre mi tercera ortodoncia.
Después de mudarme a Porto en septiembre de 2022, como ya me habían dicho en Valencia que tenía que hacerme un injerto de encía, fui a consulta con varios dentistas.
El primero fue un payaso que me recomendó el corredor de seguros que ni siquiera era periodoncista, aunque me había dicho que sí. Este mal llamado profesional me dijo que estaba a punto de perder varios dientes y que me tenía que poner ortodoncia nuevamente ya que mi mordida estaba un poco abierta. Nunca volví.
Aun así, me quedé traumatizada y me empecé a sentir incómoda con la mordida.
Finalmente fui a consulta con un periodoncista que me había recomendado mi ortodoncista Covadonga Balaguer.
Este periodoncista me dijo que mi mordida no estaba tan mal y que una de las hipótesis de la recesión de encía es que la mordida abierta genera más presión en los dientes que sí hacen contacto, pero que no era mi caso ya que mi recesión de encía venía del cepillado y de que los dientes de abajo se habían llevado mucho hacia adelante durante la primera ortodoncia.
Seguí en control con el periodoncista cada 6 meses y luego de dos controles, comprobé que mi recesión no estaba aumentando. Por lo que de momento el injerto de encía era opcional pero no obligatorio y lo más importante es que no iba a perder ningún diente.
Para darles un poco de contexto, yo pasé casi todo bachillerato con brackets y en aquella época mi ortodoncista nunca me mencionó el tema de la higiene dental ni me dijo que fuera a hacerme una limpieza con el dentista. El resultado es que yo pasé casi 5 años en que no me hice ni una limpieza en el dentista y en los que mi higiene oral era pésima.
Cuando me quitaron los brackets, tenía muchísimas caries y arreglarlas todas fue un proceso traumático. Además, como me las habían reparado con amalgamas, luego tuve que cambiarlas todas por composite.
Quedé tan traumatizada que empecé a cepillarme los dientes super fuerte hasta que la dentista me dijo que tuviera cuidado porque se me estaba retrayendo la encía. Desde que me compré el cepillo eléctrico ya me cepillaba los dientes con mucho más cuidado.
Luego de 2 consultas con el periodoncista sin que mi recesión de encías hubiera aumentado, me quedé más tranquila pero también me di cuenta de que se me había movido un diente.
El incisivo central derecho se había movido para arriba aproximadamente un milímetro.
Inicialmente me lo reconstruí con composite para que no me molestara visualmente y como seguía sintiendo incomodidad con mi mordida, decidí ponerme ortodoncia de nuevo. Además, que, aunque me había reconstruido el incisivo, no me había quedado contenta y quería arreglarlo.
Había pensado en hacer una consulta en donde me habían hecho la reconstrucción con composite, pero como habían sido tan incompetentes con el tema de los retenedores, decidí volver a mi ortodoncista de Valencia.
Tenía claro que no quería brackets ya que iba a ser mi tercera ortodoncia por lo que pedí el presupuesto para un tratamiento con Invisalign.
Primero te escanean la boca para obtener una imagen 3D que mandan a Invisalign.
Luego Invisalign manda una propuesta de tratamiento que la ortodoncista debe evaluar y aprobar. Si no lo aprueba, debe hacer correcciones y mandarlo para que modifiquen el tratamiento.
Yo fui para que me hicieran el scanner el 17 de abril y quedé a la espera para ir a reunirme con la ortodoncista y que me explicaran el tratamiento.
Me imaginaba que a inicios de mayo ya me llamarían, pero se retrasó ya que le habían mandado 4 propuestas a mi ortodoncista que no le habían gustado y había pedido modificaciones.
Finalmente fui el 3 de junio a reunirme con la ortodoncista y juntas hicimos las modificaciones finales al tratamiento.
Me quedé impresionada porque era un procedimiento bastante complejo y milimétrico. La ortodoncista me explicó que me limarían varios dientes y que también me colocarían ataches.
Esto no me lo esperaba ya que mi idea era no tener que pegar nada al diente y por eso es por lo que no quería colocarme brackets. Aun así, los ataches de Invisalign son más pequeños que colocar brackets.
Había que tener muchísimo cuidado con mi recesión de encías y por eso los dientes de abajo se iban a mover de una manera en la que se esperaba que mejorara la recesión.
Normalmente, los ataches se ponen al tercer alineador para que el paciente se vaya acostumbrando a llevar los alineadores. Como yo vivo en Porto, acordamos que me pondrían los ataches a partir del primer retenedor para no estar obligada a volver a Valencia al mes siguiente.
Me propusieron el modelo comprehensive ya que de esta forma tendría alineadores ilimitados por 3 años. Los otros modelos tienen un número limitado de alineadores y mi ortodoncista dijo que era mejor así para estar cubiertas.
Me dijeron que en 10 o 15 días me llamarían para ir a buscar mis alineadores.
El 4 de julio fui nuevamente a Valencia. Fue una cita de 1h30 en la que me pusieron 9 ataches arriba y 6 abajo. Además, hicieron un pulido de dientes, sobre todo los de abajo, porque con Invisalign los dientes tienen que estar bien separados para que haga efecto el tratamiento.
Ya cuando me estaban limando los dientes de arriba, me empecé a arrepentir de haber elegido Invisalign.
Le pregunté a la ortodoncista si con Brackets me hubiera tenido que limar los dientes y me dijo que no, que la biomecánica de los alineadores era diferente.
Aunque la ortodoncista me dijo que no me agobiara por los espacios que me habían quedado abajo ya que se arreglarían, yo me sentía un monstruo.
Me dieron 12 alineadores de 22. Los primeros 2 los usaría durante 15 días cada uno y a partir de allí, una semana cada uno.

Como es obligatorio usar los alineadores mínimo 20 horas al día, hay que comer rápido y correr a lavarse los dientes para volver a colocarlos. Me dijeron que con este tratamiento es vital la higiene dental porque incluso un poco de sarro puede hacer que no funcione el tratamiento.
El 18 de octubre tendría que volver a Valencia para que me pusieran otros ataches en las muelas y me entregaran los otros 10 alineadores.
Es decir, que en casi 3 meses no estaba obligada a ir a consulta ya que tenía los alineadores.
Como no iba a estar en Valencia, me dieron el acceso a una aplicación que se llama “virtual care” para que yo fuera colocando las fotos de mis dientes cada vez que hacía el cambio de alineadores.
Los primeros 2 días con los alineadores fueron difíciles porque me estresaba quitarmelos y tener que comer rápido para correr a lavarme los dientes.
Luego, las fotos con la aplicación también parecían misión imposible porque no había forma de que la aplicación las aceptara. Al final, comencé a utilizar el aro de luz y se acabó el problema.
El 17 de octubre fui a consulta nuevamente a Valencia. Aunque yo me veía prácticamente igual, la ortodoncista me dijo que iba muy bien.
Me pusieron 8 ataches más en las muelas y me sentía como Frankenstein; Allí pensé que casi era mejor haberme puesto Brackets.
Poner las ligas en los ataches el primer día fue traumático y tenía la boca adolorida. Luego fue mejorando la cosa.
El 12 de diciembre fue la siguiente consulta.
Como me quedaban dos retenedores, 15 días de tratamiento, hicimos la cita antes de terminar para hacer las imágenes de la boca en 3D e intentar tener los siguientes alineadores sin perder tiempo.
Hablé con Covadonga porque el lado derecho de la boca estaba casi perfecto y el lado izquierdo todavía estaba mal. Hicimos pruebas y toda la parte izquierda estaba abierta; me pulió varios dientes que estaban rozando y evitaban el correcto trabajo de los alineadores.
Aquí me parece muy importante resaltar que la doctora al ver las imágenes del supuesto resultado final en el programa de Invisalign dijo que “eso era mentira”. Esto quiere decir que muy probablemente haya que ajustar cosas y no queden tus dientes perfectos con la primera tanda de alineadores. Además, hay factores que pueden afectar el correcto funcionamiento de tus alineadores que seguramente Invisalign no va a poder prever.
Viendo cual era el problema, la doctora escribió los movimientos que tenían que hacer los dientes que todavía estaban mal.
Como estábamos en la última mitad de diciembre, veríamos si era posible tener la segunda tanda de alineadores antes de que terminaran los 15 días.
El 3 de enero de 2025 fui nuevamente a consulta. Me pusieron más ataches, por lo que ya prácticamente no me quedaba espacio en los dientes para que me pegaran nada más.
Me habían hecho 13 alineadores, de los cuales me daban 11. Como los últimos 2 cumplían la función de retenedores, haríamos la cita al terminar el alineador número 11, para ver si faltaba ajustar algo más de la ortodoncia.
Es decir, la nueva cita sería en casi 3 meses, por lo que ya eran 9 meses de tratamiento.
El 21 de marzo volví a Valencia. Como el resultado aun no era el esperado, me hicieron nuevamente el escaneado de los dientes y me quitaron los 4 ataches metálicos de las muelas; por lo menos tuve ese alivio.
A este punto la doctora me dijo que quizás no se lograba cerrar completamente la mordida y ahí me quedé un poco en shock.
Mientras me estaba haciendo la limpieza, me dicen que se me había caído un composite del incisivo central inferior.
Como ya era tarde no pude buscar a algún dentista en Valencia que me lo arreglara. El lunes siguiente, llamé al CEPI para ver si Tiago, quién me había hecho otro composite, me podía atender de urgencia y resulta que lo más pronto que me podía atender era el 10 de abril.
Como iba a Ámsterdam la primera semana de abril, busqué otra dentista que pudiera atenderme antes, grave error.
Terminé yendo a la consulta de la hermana de una compañera del crossfit. Lo primero que me dijo fue que tenía mucha movilidad en los dientes de abajo y que por eso tenía recesión de encías. Como ya les he contado en otros posts, tengo recesión de encías hace muchos años.
Me dijo que no me garantizaba que el composite me durara mucho debido a la movilidad de los dientes (lo que no tiene nada que ver).
Además de haberme quedado traumatizada hasta la siguiente consulta con mi ortodoncista, el composite se me cayó a los 3 días, por lo que igualmente tuve que ir al CEPI el 10 de abril e irme de viaje con el hueco en el diente.
Durante el viaje, una noche, después de cepillarme vi que un diente se me movió más de la cuenta y me asusté mucho por lo que escribí a mi ortodoncista y le dije que no me iba a poner más los alineadores de abajo hasta que ella me viera nuevamente.
A la semana, ya se me había quitado la movilidad de los dientes.
Como solo me quedaban 3 alineadores, el 15 de abril volví a Valencia para que me dieran la tercera tanda.
Este día ya se me había quitado la movilidad de los dientes, por lo que estaba más tranquila.
Como el sistema de invisalign decía que debían nuevamente limarme ciertos dientes, precedieron a pasarme el hilo dental para chequear que hubiera suficiente espacio entre los dientes y afortunadamente, no fue necesario limar más.
Luego Covadonga me revisó bien los dientes y me explicó cómo podía aflojar un poco el alineador si lo sentía muy apretado.
Me dieron 11 alineadores y terminaría esta tercera ronda el 1 de julio de 2025. Allí murieron mis esperanzas de irme al viaje de Islandia de junio con los dientes ya perfectos.
Supuestamente, el 1 de julio terminaría el tratamiento. Como ese día volvía del viaje de Islandia, hice la cita para el 8 de julio.
A finales de mayo entré en contacto nuevamente con la clínica porque los dos incisivos centrales inferiores nuevamente tenían un poco de movilidad. Era muy poco pero aun así, hay que ser precavidos.
Me indicaron que extendiera el tiempo de uso a 10 días e incluso 12 si era necesario por lo que el 8 de julio ya estaba claro que no se terminaría el tratamiento.