Hola a todos,
Nos pusimos a investigar lo que había cerca Oaxaca y ponían este sitio como un “must”. Preguntamos al recepcionista de nuestro hotel y nos dijo que había un colectivo que nos llevaba. Nos montamos en un «taxi-colectivo» que nos cobraba 20 pesos por persona hasta allí.
Cuilapam se encuentra a 10km de Oaxaca, por lo que te tardas alrededor de 15min. Pagamos la entrada que no recuerdo bien el precio, pero no fue más de 50 pesos y empezamos a pasear. Éramos los únicos visitantes ese día.

El monasterio inacabado de Santiago Apóstol (como se llamaba inicialmente) nace cuando los monjes de la orden dominicana llegaron en 1528 y comenzaron a construir monasterios e iglesias para convertir a los indígenas. Este convento fue el más grande de la región y muestra que el asentamiento fue un importante centro cultural y político del pueblo mixteco.
La misión de los monjes era convertir al catolicismo a la mayor cantidad posible de indígenas, para hacer que fueran leales a la iglesia católica y la corona española. El convento fue completamente abandonado y dejado a su suerte en el siglo XIX.
Nunca se terminó de construir ya que las circunstancias empeoraron. Aunque algunos lo atribuyen a una especie de mala suerte o maldición, el motivo principal fue el rápido declive poblacional que tuvo lugar en toda el área durante el siglo XVII que acabó con la exitosa vida monástica en la región.

El monasterio de Cuilapam tiene todas las características de un convento de la época colonial, pero tiene una singularidad: la larga basílica descubierta con su gran número de arcos. Es lo primero que te encuentras al entrar al recinto. La basílica se quedó sin techo porque los nativos locales preferían las ceremonias al aire libre. Era un tipo de construcción religiosa característica de los primeros años luego de la conquista de México.

En la iglesia se encuentra la tumba de la princesa Donaji, hija del último rey zapoteca. Fue una de las primeras conversas al cristianismo en la zona y deliberadamente fue sepultada en la iglesia para atraer a nuevos creyentes.
Leyendo en internet un poquito más de historia, me encontré que decía en muchos sitios que este convento estaba abandonado y en ruinas. No es así. La verdad es que está muy bien cuidado y dentro del convento puedes ver diversas habitaciones en la que hay bastante gente del Museo de Antropología e Historia trabajando en la restauración de todo lo que se ha ido encontrado en las excavaciones. De hecho, en una habitación había una mesa llena de calaveras.

Es una visita que vale la pena y si te lo encuentras vacío como nosotros, podrás disfrutar al máximo del lugar y sumergirte en la historia. También te puedes dar un paseo por el pueblo y el mercado.