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Compramos casa en Ourense: La vecina que denunció a los antiguos propietarios por humedades

Hola a todos,

El viernes 16 de mayo volvimos a la casa de Ourense para continuar con los arreglos, la limpieza y la pintura. Ya llevábamos más de un mes en ese plan, dedicando fines de semana enteros a ponerla a punto.

Ya les había contado en un post anterior que el primer fin de semana tuve un encuentro desagradable con una vecina. Se acercó a decirme que no podíamos estacionar nuestro auto donde lo habíamos dejado, con un tono que más que sugerencia parecía advertencia. Lo curioso es que ella es la primera en estacionar su auto como se le da la gana, obstruyendo la vía pública.

Además, tanto ella como su esposo son personas que ni saludaban ni daban los buenos días.

Ese viernes estaba limpiando en la entrada de casa cuando se me acercó Margarita. Me pidió si podíamos hablar. Como ya me imaginaba por dónde venía la cosa, fui a buscar el teléfono para grabar la conversación.

Me dijo que tenía humedad en una de las paredes de su casa, que le entraba desde “mi ruina”.

Cuando compramos esta propiedad lo hicimos en paquete: la casa, una ruina pegada al costado (cuatro paredes de piedra, sin techo, que se usa para guardar leña), y tres pequeños terrenos. Según ella, esa ruina era la causa de esa humedad con la que llevaba años. Y la solución, según Margarita, era que nosotros pusiéramos una canaleta nueva, impermeabilizáramos su pared y le colocáramos un trozo de planchado.

Nos aclaró que ya tenía una demanda preparada, pero que la había frenado para darnos la oportunidad de resolverlo “amistosamente”. Y que, con el antiguo propietario, Sergio, había intercambiado burofaxes durante meses.

Lo que escribía en los burofaxes no coincidía para nada con lo que nos estaba diciendo. En algunos directamente exigía que se hiciera una obra completa en la ruina, es decir, que se construyera una casa desde cero, para que a ella se le quitara la humedad. También había una carta dirigida a la alcaldesa del Concello de Cenlle pidiendo que lo obligaran a tirar la ruina o reformarla, y que le prohibieran vender la casa hasta que no resolviera el problema.

Le dijimos que, lo analizaríamos con nuestro abogado, pediríamos información al ayuntamiento y hablaríamos con Sergio. Que, si efectivamente nos correspondía resolverlo, lo haríamos, reclamando el coste al antiguo propietario.

Ahí, como por arte de magia, Margarita cambió. Dejó de ser la vecina maleducada y se convirtió en una persona muy simpática. Sonrisas, saludos, buenos días. Incluso su marido, que parecía de piedra, nos saludaba con entusiasmo.

Sergio, por su parte, nos dijo que quería reunirse, aunque no explicó por WhatsApp de qué se trataba. Le dijimos que podía venir cualquier fin de semana. También hicimos una solicitud al Concello de Cenlle para saber qué había pasado con la denuncia de Margarita ya que al tener un registro de entrada, la administración pública tiene un plazo para darle una respuesta.

Me puse a investigar. Si esta señora realmente quiere reclamar algo, lo primero que necesita es un informe pericial. Un documento técnico que establezca, con pruebas, que existe humedad, cómo es, de dónde proviene y si realmente es responsabilidad nuestra. Necesita fotos del problema, pruebas físicas, y un análisis que descarte que no sea un problema estructural de su propiedad como humedad por cimientos, capilaridad de los materiales, etc.

Si yo le arreglo a Margarita el problema, luego tendré que reclamárselo a Sergio y para eso necesito un documento oficial.

También es importante saber desde cuando tiene el problema, ya que, si han pasado más de 3 años, probablemente ya no tenga derecho a reclamarle nada a nadie.

Además, hablamos con la vecina buena. Nos dijo que Margarita lleva años intentando “cascarle” ese problema a alguien. Que esa casa siempre ha tenido humedad, que es un tema estructural y viejo, y que ella simplemente va cambiando de objetivo. Primero intentó culpar al que reformó la casa, luego a Sergio, y ahora nos toca a nosotros.

Nosotros vamos a hacer las cosas bien, con todo el conocimiento legal de nuestro lado. Si el Concello de Cenlle ordena arreglar el problema lo haremos y Sergio deberá pagarnos.

Por el contrario, si el Concello de Cenlle no le da la razón, tendría que entregarnos un informe pericial que evaluará nuestro abogado.

El 25 de mayo le notificamos a Margarita que ya estaba puesta la denuncia en la diputación de Ourense y que estábamos a la espera de una respuesta ya que haríamos lo que mandara el ayuntamiento.

El 28 de mayo nos llamaron entre la alcaldesa y la arquitecta del Concello de Cenlle por las reclamaciones que habíamos puesto. Para nuestra desagradable sorpresa, ninguna de las dos tenía ni idea de la carta de Margarita ni de lo que debían hacer. Nos dijeron que enviarían una respuesta por escrito.

El 8 de junio Margarita nos dijo que en un mes se vencía el plazo de 6 meses que tenía el Concello de Cenlle para darle una respuesta y que, si no lo hacían, los denunciaría.

Al rato nos dijo que había hablado por teléfono con la alcaldesa y que supuestamente mandarían una notificación a Sergio y a Susana, dándoles un plazo para arreglar el problema. También le dijo que nosotros teníamos el plan urbanístico en el que se decía que todo está bien con las propiedades que íbamos a adquirir y que no decía nada de esa denuncia.

Margarita nos pidió que le dijéramos las nuevas direcciones de Sergio y de Susana y si le podía mandar el plan urbanístico que había hecho la arquitecta para que lo viera la alcaldesa.

Nosotros le enviamos la información y quedamos a la espera de saber cómo continuaba la situación.

El 13 de junio de 2025 Sergio nos envió un documento en el que el Concello de Cenlle respondía a la denuncia de Margarita y decían que no habían apreciado ni humedades ni ningún otro problema que incumpliera la normativa vigente.

El 17 de junio de 2025 recibimos una respuesta del Concello de Cenlle en el que decía que en el informe urbanístico que se nos había entregado no se había mencionado la denuncia de la señora Margarita porque no se había abierto ningún proceso ya que la denuncia no tenía ni pruebas ni fundamentos.

Además, en el documento se indica que Margarita no presentó ninguna prueba ni informe pericial de todos los problemas alegados. Es decir, que nos había mentido ya que había dicho que tenía un informe pericial del seguro y que lo había entregado en el Concello.

El Concello de Cenlle se lavaba las manos sobre el asunto; por lo que, si Margarita quería seguir adelante reclamando estas supuestas humedades, debía entregarnos un informe pericial.

Volvimos de Islandia y los dos siguientes fines de semana Margarita seguía hablando de lo mismo una y otra vez sin darnos el informe pericial que le veníamos pidiendo desde le principio. Yo ya estaba cansada porque cada vez que nos cruzábamos con ella debíamos perder media hora.

Aunque siempre había sido simpática y correcta, nos hacía perder tiempo del trabajo que debíamos hacer en la casa.

A mediados de julio nos dijo que supuestamente iba a entrar con una demanda contra el ayuntamiento, que claramente no había hecho su trabajo ni cumplido la ley, y contra los antiguos propietarios; o contra nosotros si el abogado lo consideraba pertinente.

A la semana siguiente, Margarita nos vuelve a escribir por WhatsApp asegurando que el perito ya había hecho la visita, que la situación era “muy grave” y que nos llamaría personalmente. Le respondimos lo obvio: el perito no tiene que llamarnos, su función es emitir un informe pericial, y ese informe puede remitirlo él mismo o ella.

Llevamos más de dos meses pidiéndole ese informe, sin recibir nada. Para colmo, el 16 de mayo ella nos dijo que el Ayuntamiento ya tenía el informe pericial junto con su denuncia, pero el propio Ayuntamiento nos confirmó que no había entregado absolutamente nada. Luego, el 12 de julio, ella misma reconoció que aún no tenía ningún informe, por lo que nos ha estado mintiendo durante dos meses.

Todo han sido versiones contradictorias: primero la denuncia era contra Sergio, el antiguo propietario, luego contra nosotros, después decía que denunciaría al Ayuntamiento… para más tarde decir que el Ayuntamiento tenía razón. Un vaivén constante que genera confusión, desgaste y cero soluciones.

Nosotros, desde el principio, quisimos ayudarla y resolver todo pacíficamente, conscientes de que, si el problema era real, era responsabilidad del antiguo propietario. Pero lo que no podíamos seguir haciendo era trasladarle a Sergio información contradictoria cada día, sin ninguna prueba que lo respaldara, especialmente cuando ese informe pericial nunca existió.

Finalmente le dijimos que, si no tenía intención de entregarnos el informe, como llevamos más de dos meses solicitando, entonces que fueran sus abogados quienes actuaran como considerasen oportuno. Y que, llegado el momento, cuando recibiéramos esa documentación legal, nosotros responderíamos por las vías pertinentes.

Nuestro abogado procedió entonces a mandarle una carta en la que decía que cualquier asunto relacionado con estas supuestas humedades que ella reclamaba tendría que ser tratado exclusivamente con su oficina a partir de ahora.

Alrededor de esa fecha también encontramos un recibo de un par de intentos de entrega de una carta por parte de una aseguradora y nos imaginamos que sería la aseguradora de Margarita.

Lo lógico es que Margarita pasara los datos de nuestro abogado a su aseguradora para que transmitieran las comunicaciones a él; pero a mediados de agosto todavía no había ninguna noticia del supuesto informe pericial o de la supuesta carta de interpelación.

Además, Margarita había dicho que en junio su albañil impermeabilizaría la parte de la pared que le correspondía a ella, lo que también era mentira.

En un futuro post les sigo contando cómo sigue la historia y si realmente las humedades eran culpa de nuestra propiedad o no.

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