Menú Cerrar

Park Inn by Radisson Amsterdam: Un hotel de 4 estrellas sucio y desgastado

Hola a todos,

Hoy les cuento cómo fue mi experiencia en este hotel en el que me alojé durante 5 días.

Cuando decidimos alojarnos en el Park Inn by Radisson en Ámsterdam, nuestra elección estuvo basada en un factor fundamental: la relación calidad-precio. Este hotel prometía ser una opción bastante atractiva, ya que incluía desayuno y afirmaban tener opciones veganas. La ubicación, aunque no idealmente céntrica, era conveniente, ya que contaba con una parada de metro justo al lado. Sin embargo, lo que encontramos en nuestra estancia estuvo muy por debajo de lo que esperábamos, especialmente para un hotel de cuatro estrellas.

La habitación: un diseño cuestionable y malas sorpresas

Desde el momento en que llegamos, empezamos a notar los primeros detalles que no cumplían con las expectativas. Al hacer el check-in, nos sorprendió que no hubiera personal disponible para el proceso, sino que tuvimos que hacerlo a través de un quiosco de autoservicio. Este tipo de procedimiento puede ser aceptable en un hotel de menor categoría, pero para un hotel de cuatro estrellas, esperábamos un trato más personalizado. Además, la información sobre el funcionamiento del hotel, como la limpieza de las habitaciones o el horario del desayuno, tuvimos que pedirla nosotros mismos, lo que no nos pareció nada profesional.

Cuando subimos a la habitación, nos encontramos con una decoración verdaderamente chocante. Habíamos visto fotos del hotel en línea y pensábamos que nos tocaría una habitación con colores más tranquilos como el verde o el azul, pero en su lugar, nos tocó una habitación rosa chicle.

El diseño era tan llamativo y de tan mal gusto que, honestamente, nos dejó una sensación de incomodidad inmediata. La calidad de los acabados tampoco era buena: las ventanas estaban remendadas y tenían huecos visibles.

Limpieza: una gran decepción

La limpieza fue otro de los puntos más negativos de nuestra estancia. Al entrar a la ducha, nos dimos cuenta de que había moho en las paredes, lo cual no tiene justificación en un hotel de esta categoría.

La presión del agua era débil y el agua caliente era inestable.

Además, la limpieza de la habitación no se realizaba a diario como debería en un hotel de cuatro estrellas. Como el primer día no limpiaron, llamamos para quejarnos y nos informaron que, si no dejábamos una tarjeta especial en la puerta, la habitación no se limpiaría. Esa tarjeta, por cierto, no era fácil de identificar ni de entender, ya que estaba mal ubicada en la puerta del baño y con un texto largo y confuso. Esto parecía más una estrategia para ahorrar costos en lugar de un sistema bien pensado para los huéspedes.

A lo largo de nuestra estancia, la limpieza también era tardía, y en varias ocasiones nos encontrábamos con la habitación sin limpiar a las 4 o 5 de la tarde, justo cuando queríamos descansar un poco antes de volver a salir. A esto se sumaban los detalles que reflejaban la falta de mantenimiento en todo el hotel: desde mocos pegados en las paredes hasta sillas y alfombras sucias en las áreas comunes.

Desayuno: opciones limitadas para veganos

Si bien había una variedad de opciones para personas sin restricciones alimenticias, las opciones veganas eran extremadamente limitadas. Aunque habíamos preguntado previamente y nos habían asegurado que sí ofrecían opciones veganas, la realidad fue que solo había cereales, algo de fruta y una ensalada improvisada. El pan que servían contenía leche, por lo que ni siquiera pudimos disfrutar de algo tan básico como un pan con margarina. En una ciudad como Amsterdam, con una oferta vegana tan variada, me sorprendió ver que un hotel de esta categoría no se adaptara mejor a las necesidades de los huéspedes veganos.

Áreas comunes: una experiencia desagradable en el lobby

Después de hacer el check-out, decidimos pasar unas horas más en el hotel antes de salir hacia el aeropuerto. Planeábamos simplemente asearnos un poco en el lobby, pero la experiencia fue desagradable. El área del lobby no era más que unas sillas sucias en el mismo lugar donde se servía el desayuno. Los baños comunes, que deberían ser una solución para los huéspedes, estaban sucios y mal mantenidos, con solo dos WC y un solo lavamanos. En lugar de sentirnos frescos y listos para salir, nos sentimos más sucios al intentar usar esas instalaciones.

Resumen: Lo mejor y lo peor del Park Inn by Radisson Amsterdam

Lo mejor:

  • Bien comunicado con el metro, lo que facilita el acceso a diferentes puntos de la ciudad.
  • El colchón era adecuado para descansar, aunque las almohadas eran de pésima calidad y estaban desgastadas.

Lo peor:

  • Escasa limpieza.
  • Decoración fea y acabados de mala calidad.
  • La habitación y las áreas comunes no estaban limpias.
  • Falta de opciones veganas.
  • Sistema de limpieza confuso: El proceso de limpieza dependía de una tarjeta que no estaba bien ubicada y nadie explicaba cómo funcionaba.
  • Falta de un lobby funcional: El área común no era adecuada para descansar o asearse, y los baños comunes estaban en un estado deplorable.

Veredicto final: ¿Lo recomendaría?

No. La falta de higiene, el mal servicio y las decepcionantes opciones para personas con necesidades alimenticias específicas hacen que este hotel no sea una opción recomendable. Aunque tiene algunas comodidades aceptables, el descuido en las áreas más importantes y la falta de atención a los detalles lo hacen difícil de recomendar, especialmente cuando se publicita como un hotel de cuatro estrellas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *